Cometí bastantes errores. Lloré por quién no debía y reí con falsas amistades. Tropecé dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más, me empujaron y caí estampada con la tercera. Perdoné mucho, demasiado. He callado te quieros que por miedo o por inseguridad se quedaron por mucho tiempo en el aire. He gritado con fuerza, pero mi voz no siempre salía y he callado verdades por no hacer daño. Hay días que dormía sólo para poder verte en mis sueños, y días en los que no podía dormir. He abrazado a la persona que pensé que nunca me haría daño y me he dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel. He descubierto que las caricias son mas fuertes que los golpes. He disfrutado de pequeños detalles y sigo aprendiendo poco a poco en qué consiste la vida y que nunca hay que arrepentirse de nada, porque todo, absolutamente todo pasa por alguna razón...

lunes, 2 de enero de 2012

Todo pasa por una razón en la vida.Nada sucede por casualidad.
Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías. Todo ocurre para probar los limites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas la vida seria sin sentido alguno. 
La gente que conoces afecta tu vida, las caídas y los triunfos que tu  experimentas crean la persona que eres.
Aún se puede aprender de la malas experiencias; Es mas quizá sean las mas significativas en nuestras vidas.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón dale gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar.
Has que cada día cuente y aprecia cada momento además de aprender de todo lo que puedas aprender, porque quizá mas adelante no tengas la oportunidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario